Todo eran gritos, nervios, carreras para subir al escenario, acababan de
nombrar al “Centro Experimental La asunción” como los ganadores del Primer
premio de Variedades en el II Festival de Folklore del Colegio de La Asunción
de León.
La verdad es que fue toda una sorpresa, ya que había muy buenos grupos,
pero el premio se vino para casa, es decir a los “LECHECUAGOS”.
Este grupo de Danza lleva ya varios años haciendo un gran esfuerzo, pues no tienen profesor y es uno de los muchachos,
Melvin de Secundaria, el que ejerce de profe y dirige al grupo. Son
muchas las tardes que les he visto quedarse ensayando y repitiendo una y otra
vez los pasos y con ese calor que te deja aplatanado “La pollera colora” y
otras del folklore popular de Nicaragua.
Así que el premio sabe todavía mucho mejor, pues ha sido su esfuerzo, su
constancia y su perseverancia las que les ha llevado a conseguir ese premio que
no paraban de festejar, en el bus,
cuando volvíamos a las 10 de la noche a los Leche, esa Comunidad de la que cada día me siento más parte.
También ha sido esta semana “la de la cosecha de Ajonjolí” en mi casa.
Después de casi 6 meses de trabajo (preparar el terreno, sembrar, entresacar,
recolectar, secar, etc) se ha recogido unos 6 sacos (que contienen unos seis
quintales). Pensaba yo esta semana en las diferencias que hay de vivir en el Norte o en el Sur. Mi familia, si todo va bien y no llueve demasiado, podrá obtener unos 200 dólares por todo
ese trabajo, es decir unos 160 euros por seis meses de trabajo de tres
personas, ¿os imagináis si tuviéramos que comer toda una familia con ese
dinero?, Está claro que las cuentas no salen de ninguna manera. Con ese
ajonjolí que se vende a intermediarios, se elaborará aceite que se comercializará a un precio
evidentemente mucho más alto y con un rentabilidad mayor, así que ya veis quien
se lleva las ganancias ¡como siempre el que no trabaja!. Sin embargo hablaba yo
con mi familia y estaban contentos porque este año la cosecha ha sido buena y
han sacado más de lo que esperaban.
Ya están preparando el terreno para sembrar otro cultivo y me han enseñado la semilla de maíz criollo que
quieren sembrar este año.
Hay un grupo de campesinos, del norte de Nicaragua, en la comarca de San Ramón cerca de Matagalpa que lleva tiempo peleando por conservar las semillas autóctonas y no dejarse convencer por los transgénicos que como todos sabemos son muy bonitas por fuera, pero está claro que los beneficios para nuestro cuerpo no son nada saludables.
Os dejo el vídeo para que conozcáis
a este grupo de personas que siguen con toda su fuerza luchando por una
alimentación sana y por conservar su independencia y con ello su forma de vida. (Maricruz ahí sale tu amiga Daysi Granados, de la que tú me hablabas como la
Rigoberta nicaragüense y a la que yo tuve el placer de conocer cuando hicimos "El saludo Cristiano a la Revolución") ¡Qué gran mujer! Para ver a Daysi hay que pinchar en "La semilla es mi vida".
" YO NO CAMBIO A MI MADRE POR UNA BURRA"
NO A LOS TRANSGÉNICOS
Además esta semana hemos visto en el Diplomado en el que acompaño a las profesoras de Preescolar es tema de la seguridad alimentaria que nos ha brindado la oportunidad no solo de conocer este magnífico vídeo, sino también de reflexionar en lo que comemos y lo que compramos.