LA SEMANA DE LA MOTO

“Caminante se  hace camino al andar”, pues no,  esta semana el camino ha sido hacer ralys por los sectores.

El lunes comenzaba con la visita a la Escuela de Educación Inicial de Santa Ana. No me imaginaba como estaba el camino, aquello eral un lodazal completo. Además había que irse bajando de la moto y atravesar alguna huerta para salir donde me esperaba Eduardo, el trabajador del Ner que habían puesto de “ chófer” para que me pudiera desplazar durante toda esta semana a realizar las distintas actividades programadas.

El martes ida en “carro” y después en interlocal (furgoneta de 17 plazas) a Somotillo para seguir  trabajando por  la mejora educativa. A la vuelta cuando veníamos me ofreció el hijo de la familia donde vivo llevarme en moto y aunque el cielo prometía agua a raudales, yo toda “fachenta”, es decir como presumida y fardando de que a mí me llevaban  me monté  en la moto. Y claro el cielo prometía y cumplió en tan sólo un kilómetro tuvimos que refugiarnos en la casa de un conocido. Allí estuvimos más de tres cuartos de hora y en vista de que la situación  no mejoraba e incluso podría empeorar, decidimos montarnos de nuevo en la moto y empañarnos ¡eso sí! El ordenador iba protegido entre los dos  ¡ no puedo quedarme sin esta herramienta que me permite, además de trabajar, tener a toda mi gente querida cerca!.

El miércoles a la Escuela de S. José, tenía ya ganas de acompañar a Maryluz, ya que por estar tan lejos y no tener un transporte directo sólo he ido dos veces en los ya casi 8 meses que llevo en este Proyecto. Fue un día muy completo pues además de poder aportar mi granito de arena, gracias a mi ordenador pudimos ver un cuento y cantar la canción de los “alimentos” que era el contenido que la profe había preparado para trabajar ese día con los niños y niñas. Al finalizar la jornada comimos todas juntas ya que era el cumple de una de las profes y además pudimos compartir juegos, risas y una bailadita hasta las 12.30 que me fue a buscar mi “motorista”.

Para el Jueves estaba programado  S. Ramón para pasar las Encuestas que se están pasando para el tema de la mejora de la calidad educativa y en las que yo estoy echando una mano.  De nuevo me monté en la moto con D. Eduardo y para la Escuela a toda velocidad, bueno a 10 por hora porque por esos caminos "aguados", es imposible ir rápido. Asi, que en 1 hora y 20 minutos tenía que estar todo  listo porque me habían pedido ser parte de uno de los jurados que íbamos a valorar una de las monografías de los muchachos y muchas que terminan este año en el NER. La verdad es que quedé gratamente impresionada por los trabajos que han realizado todos los grupos . A mi me tocaba evaluar el trabajo de cómo influye la familia en los comportamientos de los estudiantes, concretamente “la indisciplina”.

Viernes por la mañana sin moto, ya que iba a realizar la planificación y programación en el NER con las profes de preescolar para el mes de noviembre.  A mitad de la jornada vinieron a darnos una charla porque se están produciendo algunos casos de Dengue y por otro lado estábamos en alerta roja por el cólera,  que ya estaba afectando a nuestros vecinos en Honduras, así que nos apuntamos ciertas medidas preventivas y sobre todo tener mucho control con los niños y niñas que a veces no tienen mucho cuidado en el lavado de las manos. Tomamos buena nota y estuvimos hablando sobre hacer una campaña de seguimiento en las escuelas.

A mitad de la mañana, de nuevo moto para coger el autobús hacia Managua ¡Eureka por fin autobús nuevo! ¡ja, ja! bueno no nuevo pero pintadito todo de  blanco, ya se le ha puesto varios nombres “el palomo”, “leche agria”… lo normal en estos  casos.

FINDE COMPLETO:

Así que el viernes a Managua para celebrar el 20 aniversario de “Libros para Niños”. Allí que nos fuimos Mirna y yo, junto con otras promotoras de lectura de Nicaragua a acompañarles muy gustosas. El acto estuvo muy bonito y nos leyeron un cuento “el conejo maldito”,  cantamos varias canciones con un cantautor de niños y niñas  de renombre. Escuchamos las palabras de Sergio Ramírez (escritor Nicaragüense y Diputado) con el que tuve el honor de platicar y hasta nos dieron para el NER un premio de reconocimiento y agradecimiento por el Rincón del Cuento en la Escuela de María Eugenía. Igualmente pude conocer a un niño encantador de 7 años que ha sido premio Nacional de de comprensión y fluidez lectora que nos recitó una bonita poesía de Rubén Darío.

Para completar la tarde al final me apunté a una excursión a Masaya con Pablo, el voluntario que vino conmigo a Managua. Hacia más de dos meses que no nos veíamos y fue un placer pasear con él y con las 21 personas que se apuntaron en el microbús que nos llevó a celebrar los Aguisotes (fiesta tradicional  mitos y leyendas de Nicaragua). Aunque parece  que últimamente se está convirtiendo en un Holowen americano y sino ¡fijaros en la foto que saqué a uno de los participantes!. La mayorìa iban disfrazados de bruja o de zombis o algo parecido. De toda formas nos lo pasamos muy bien, aunque algunos pasaron un poco de miedo, j,e je!. Para terminar la noche nos tomamos una pizza y un helado que me hicieron sentirme como una reina.

El sábado me había apuntado a una jornada Ignaciana porque quería conocer a esta congregación que reúne a la flor y nata de los jesuitas y allí que me planté para conocer que es lo que hacen y qué relación tiene con lo que yo hago en Fe y Alegría. Me agrado saber que están preocupados por los mismos temas que nosotros y nosotras estamos trabajando y es “por llegar  los más pobres” “por erradicar la  violencia de género” y “por formar a jóvenes críticos y comprometidos” (entre otras muchas cosas más). Además pude conocer a Margarita una experta en bioética que puso el contrapunto a las aportaciones que habíamos hecho todos los grupos sobre el trabajo en Equipo. También me gustó mucho la exposición  que hizo otra persona y que nos sirvió para reflexionar sobre como nosotros colaboramos en esa tareas si somos impulsores o obstaculizadores de las sinergías necesarias que deben producirse para ser un verdadero equipo.

PUENTES PARA UNIR MENTES Y AFECTOS

Esta era la frase que se me quedó grabada y que se relaciona mucho con la Inteligencia emocional de Goleman, cada día me convezco más que sólo desde el entendimiento con el otro u otra seremos capaces de construir un mundo mejor.

Al terminar el evento todo me salió a pedir de boca, sin habérmelo propuesto, pues en el Encuentro estaban Emilia y Doña Mery y me llevaron de compras (me hice con  una paellera para celebrar mi cumple) que ya no queda na, como diría mi amiga Naty.  

Después a dar una vuelta por el Puerto de Salvador Allende que lo había visto de lejos cuando estuve celebrando el aniversario de la Revolución, pero que no había tenido la oportunidad de visitar. Para rematar la tarde había un barco que daba la vuelta por el lago y nos montamos (nos acompañó también  Vanesa, una voluntaria española (de Menorca) con la que Pablo comparte casa. Tuvimos mucha suerte porque nos hizo un día sin tormenta y pudimos ver atardecer y al regreso disfrutar de todo el puerto iluminado así como de la Catedral y el Palacio Presidencial, que se podían vislumbrar desde el barco.

 

El domingo nos fuimos Vanesa y yo a comprar a una Feria que está al lado de Valledulce y que ha permitido que comerciantes familiares puedan vender sus productos y artesanías directamente al consumidor. Igualmente todos los findes,  las familias pueden pasear con sus hijos e hijas y disfrutar de una comida o actividad cultural. 

Nos dimos  un paseo y después de hacer algunas fotos a la parte de jardineras y objetos hechos con materiales reciclados que llamaron mi atención , compramos  algunas frutas y verduras para comer y cenar, ya que como yo tenía las reuniones con Casa nacional el lunes y martes, decidí quedarme en la casa de Pablo,   para evitarme el tener que hacer otro viaje desde León y por otra parte conocer un poco más Managua.

Por la tarde y después de tomarnos un nacatamal que habíamos comprado en la Feria nos fuimos a dar una vuelta por el malecón y tomarnos una toñita, mientras dejamos que las primeras sombras de la noche nos fueran invadiendo desde una terraza bien iluminada del puerto Salvador Allende.