jueves, 22 de mayo de 2014

MIRAFLOR –OCOTAL



Estas semanas han sido de viajar por el Norte de Nica, unas por trabajo y otras por placer, de las dos formas he podido disfrutar.

Quería mi amiga Julia terminar por aquí,  para que pudiéramos coincidir en el último tramo de su viaje por Nica, ya se acercaba el fin del tour conjunto y queríamos hacerlo paseando por las montañas donde se produjeron las guerrillas de la Contra. Pudiéramos decir que ha sido este un broche de oro, por muchos motivos, pero el principal porque hemos podido compartir unos días de convivencia con familias de la Comunidad de Miraflor y pasear por los bosques de robles con sus barbas de viejo colgando en sus ramas. Un paseo precioso y que tenía algo de mágico. Ese silencio, solo interrumpido por Nelson, nuestro guía que de vez en cuando hacia sonidos para atraer a algún pájaro para que  pudiéramos contemplarlos a través de los prismáticos. Desde hace unos años esta comunidad ha puesto en marcha un ecoturismo que les ayude a la sostenibilidad de esta zona denominada Reserva natural de la Mesa de Moropotente y que vive también de la ganadería y del café.  Nos hemos hospedado una noche en Esteli,  en el Hostal Luna y hemos podido disfrutar de un lugar sencillo, pero con mucho encanto, ya que la gestión es llevada por una americana Juanita que nos ha explicado que gracias a estos ingresos y los que están realizando con el turismo en la comunidad, se puede dar apoyo a muchas de las familias que viven en ella. Además hay un grupo de jóvenes que junto con ella llevan a cabo una hermosa experiencia de Bibliobús: El libro volador. Platiqué bastante con Ligia una joven que trabaja por las mañanas en un colegio y por la tarde atiende en la oficina de ecoturismo y que tiene la ilusión de enamorar a los niños y niñas de esta comunidad en el uso y disfrute de libros. Me encantó encontrarme con ella y ver que no soy yo la única que tiene este sueño. Por supuesto que nos dimos los teléfonos y le he prometido ponerle en contacto con Libros para Niños para que la echen una mano con este proyecto… y es que ¡hay tanta gente buena por el mundo!.

Pues como decía un finde completo en el propio Estelí pudimos disfrutar,  antes de pegarnos el madrugón para irnos a Miraflor,  de un grupo que actuaba en vivo  en un bonito café “mucano”  que nos brindó la oportunidad de escuchar canciones de Pablo y Silvio, ya que esa noche su actuación era un homenaje a estos dos cantantes cubanos. Para Julia y para mí fue ¡too much!, ya que a las dos somos fans de ambos y además nos transportaba a nuestra dorada juventud en la que la revolución cubana era nuestro referente, y haber vencido a los yanquis todo un orgullo para nosotras, aunque unos  años más tarde lo sería la revolución Sandinista en Nicaragua, pero esa es otra historia.


Nuestro primer día fue en Coyolito  y nos alojamos en Linda Vista. El nombre no era casual, realmente la vista desde allí era preciosa y su familia entrañable, como lo son en general esta gente campesina que te coge como si fueras realmente parte de su familia. 

Nelson nos recogió y nos dio una grata sorpresa cuando nos dijo que nos podía llevar a caballo. ¡Bienn! pensé, era el único medio de transporte que me faltaba. Compartimos con otra persona Aubrey (una joven americana que estaba también conociendo esa zona) este preciosa caminata hasta el salto de Estenzuela que aunque no estaba en su mejor momento, ya que las lluvias no han llegado, no por ello dejó de sorprendernos cuando la pudimos contemplar y sobre todo sentir su agua fresca en nuestros cuerpos sudorosos, después de la marcha que, aunque corta, fue bastante calurosa. 

Después por la tarde y tras degustar un rico plato preparado por su mujer Lorena, fuimos a visitar el Huerto ecológico que llevaba su hermana y que entra dentro de un proyecto para mujeres de esa zona. 

Un ejemplo de trabajo bien hecho y sobre todo con ganas de que salga adelante. Toda la familia, que vivía cerca nos atendió y mostró sus casas con sencillez y mucha ternura. Como dice mi amiga Julia "vivir con pobreza pero de una forma digna". 

Me traje semillas de algunas de las plantas tan bonitas que adornaban el jardín de todas sus casas.

Al día siguiente fuimos a Villa Paraíso y para ello tuvimos de nuevo que madrugar y tomar un bus que nos dejaría como a medio camino para poder realizar esa caminata tan bonita por bosques de robles que comentaba al principio del relato. Nelson, que también así se llamaba nuestro guía nos acompañó durante todo el día y además de disfrutar de ese paseo, nos llevó a ver un cafetal en la sombra  y nos contó todo el laborioso proceso del café, así como que el año pasado se les fue casi toda la cosecha por la roya y que este año iban a replantar especies más duras para que resistieran la plaga.

Después descansamos bajo un árbol y nos contó la historia de la Comunidad y el reparto de tierras, así como el problema con la contra y la guerrillas antes y después de la revolución Sandinista. En Sontales,  que así se llamaba la comunidad donde nos íbamos a alojar,  también nos esperaba otra familia para compartir su casa. Marlon y Mayra nos acogieron incluso dándonos las gracias por elegir su casa y no otra (en esa comunidad había 9 casas para alojarse). 

Ellos estaban muy contentos pues hacia más de un mes que no recibían a nadie y además su esposo había conseguido una plaza como profesor en su comunidad. Estaban felices pues eso les permitiría seguir pagando los estudios a su hijo y a su ahijada en Estelí. Una pareja también encantadora con la que estuvimos platicando después de comer. Para terminar de conocer la zona nos invitó esta pareja a que fuéramos a ver atardecer al mirador y que después siguiéramos platicando mientras nos mostraban como se tuesta el café. Así lo hicimos y fue muy acertado, pues cuando vimos el lugar tanto Julia como yo nos quedamos con la boca abierta y extasiadas. Allí permanecimos unos minutos sentados, en silencio y reflexionando. Finalmente nos dimos un abrazo pues la magia del momento así lo requería ¿verdad Neson?.
 



Volvimos y allí nos estaban esperando con todo preparado para tostar el café, cenar y platicar como ya habíamos convenido. Marlon nos contó su viaje a Madrid hace unos años y como le gustó, aunque cuando pidió un café negro no entendió por qué no le habían puesto un vaso grande y no esa taza pequeña con un sorbito de café (ellos toman una taza o vaso grande de café negro). También hablamos de la situación actual de la comunidad  e incluso les dimos alguna idea para mejorar el servicio que daban y posibles alternativas de actividades y rutas que podían mostrar a los que visitaran la zona.


Nos fuimos al día siguiente temprano, pero no sin antes degustar de nuevo una taza de café “mariposa” que es como se llama el que ellos elaboran y comprarles algunos paquetes para compartir  con nuestras respectivas familias, además de hacernos unas fotos y darles mi dirección de los Leche por si quieren visitarnos. 


Gracias por ese finde en familia Nelson, Lorena, Mayra, Marlon, Ligia, Juanita y a todos los que formáis parte de ese proyecto de Ecoturismo en familia.


Por si alguién quiere conocer algo más sobre la zona puede visitar
http://vianica.com/sp/atractivo/27/reserva-natural-miraflor ¿quien se anima?... ya sé que está lejos pero todo es posible !!!.


Comenzaba pues la semana con las pilas cargadas y ya con la alarma roja quitada. Todos los naestros y maestras,  preparados para retomar las clases después de un mes de vacaciones.


Nosotros,   Ramin y yo,  los voluntarios nos integrábamos el martes a la Reunión Directores para seguir con las Líneas de Mejora y la parte de Organización y Gestión que nos tocaba revisar. Fue como siempre dos días intensos, pero estupendos para reencontrarnos de nuevo con la gente de Casa Nacional y los equipos de los colegios de Nicaragua que hacen que cada día estemos más cerca  de alcanzar el objetivo. En esta ocasión tuvimos el privilegio de que nos acompañara el Padre Fernando Cardenal, como siempre muy acertado en su intervención hablando de la coherencia tan necesaria en nuestras vidas, es decir, hacer lo que se dice, que nuestros actos sean coherentes y no digamos una cosa para luego hacer otra. Que desde la educación  nosotros tenemos que aportar un plus al proceso de aprendizaje y enseñanza como movimiento de Educación Popular y promoción social que somos. No se trata de que transmitamos solo conocimientos, sino que formemos personas capaces  de transformar la sociedad con sus vidas desde los valores de: respeto, justicia, solidaridad, equidad...


Ya a mitad de la semana en Ocotal con el Diplomado de Montessori aprendiendo y desaprendiendo ¡que profundidad la de este Método!. … Cada día que pasa “solo sé que no sé nada"como dijo Sócrates.


La parte lúdica la pusieron el viernes los niños y niñas del Colegio Inmaculada de Ocotal al que acompañamos los viernes que vamos al Diplomado. Había que verles con que carita miraban el video de “El agua” que les pusimos para seguir trabajando el cuidado del Medio Ambiente como un eje transversal. También disfrutaron de lo lindo cuando nos pusimos a plantar las semillitas que habían traído en las pichingas y es que ya sabemos que meter las manos en la tierra y tocar el agua les encanta a todos los niños y niñas desde pequeñitos. Fue una gozada de nuevo poder compartir esta experiencia con preescolar, con  los que seguiremos disfrutando todos los viernes que vayamos a realizar el Diplomado.

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