miércoles, 30 de abril de 2014

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS MOVIMIENTOS SÍSMICOS EN MANAGUA

Este fenómeno es ya una realidad en muchos países del mundo, pero cuando una lo vive de cerca y ve en una sola semana los cambios que puede hacer la mano del hombre a una se le remueve todo. ¡qué difícil es hacer entender los daños tan irreparables que se hacen a la Madre Tierra “Pachamama para los indígenas” . Precisamente esta semana que celebrábamos el día de La Tierra han terminado prácticamente de despalar el camino tan bonito que hacia todos los días para ir al NER, desde donde me paraba a contemplar las distintas siluetas del Cerro Negro, en función de las horas del día.

Estas eran las escenas que vivía cada día que iba al NER







Sin embargo éstas son las que veo ahorita






Una imagen vale que mil palabras ¿verdad?. 


Esta semana es atípica,  después de anunciar el Gobierno que no se podía dar clases en los municipios de Managua, Nagarote y León, por la grieta que pasa por debajo de estos lugares. Precisamente esta semana me he enterado que tenemos una grieta que recorre todo el recinto del Núcleo Educativo Rural (NER).  Ha habido alguna réplica al comienzo de la semana, pero muy leve.  De toda formas hemos tenido que hacer simulacros en las Escuelas y preparar el Plan de Evacuación para que todos y todas conociéramos qué era lo que debíamos hacer y quiénes eran los responsables en cada lugar del NER  para cumplir con la normativa establecida.

El martes hicimos un simulacro todos los profesores y profesoras que habíamos sido convocados,  y el miércoles se repitió,  pero en este caso también con los estudiantes y las madres y padres de la comunidad educativa. Hubo muy poca asistencia por parte del alumnado (sólo un 30%) y de familias no tengo el porcentaje,  pero por ejemplo sólo vi a 5 o 6 mamás. Todos aprendimos cuales eran los pasos a realizar y sobre todo que parte de nuestro cuerpo era más vulnerable y debíamos proteger y como debíamos situarnos para que el impacto fuera menor (hacer el caracol y ponernos en cuclillas agarrándonos con los brazos extendidos y por los hombros.

A pesar de la alarma creada en toda nuestra zona, en los Leche, hemos vivido con mucha tranquilidad esta realidad y conscientes de que lo importante en estos casos es mantener la calma en todo momento.
Así que asumiendo los riesgos nos atrevimos a hacer este fin de semana un bonito recorrido por la Isla de Juan Venado, a la que llevábamos ya tiempo queriendo ir. Se encuentra situada  a 23 kilómetros de León y partiendo de la Playa de las Peñitas pudimos organizar un reducido grupo y aprovechamos la llegada de mi amiga Julia para hacer el tour con ella y también con Pablo (el voluntario español de Managua), Alicia de mi familia de  León y Teresita (maestra que hace el Diplomado conmigo).

En el Centro de la Isla también hay personas que cuidan nuestro planeta y en este caso la zona de la Costa del Pácifico. Nos atendió Marvin  Hernández que nos contó un poco la historia del lugar. Desde hace alrededor de 5 años se han organizado como Grupo Comunitario “Proyecto Palo de Oro” con el objetivo de que estos ingresos reviertan en la comunidad y les ayuden a mejorar su calidad de vida. Nos acompaño en esta aventura dos guías (uno conducía y el otro nos fue contando algunas de las especies que veríamos durante el recorrido). Esta parte la tienen que mejorar un poco, ya que la explicaciones se redujeron a pasarnos un cartón con unos dibujos de aves y mamíferos que habitan en los Manglares que forman parte del ecosistma de Juan Venado.

Impresionante el recorrido donde los manglares en algunos puntos invadían de tal forma el recorrido que en algunos momentos tuvimos la sensación de quedarnos atrapados allí mismos y que era imposible pasar con la panga por un sitio tan estrecho. Evidentemente era más la sensación que la realidad. 
Antes de terminar el recorrido paramos en una playita para darnos un baño que se quedó en “revolcón” ya que el mar estaba muy revuelto y con unas olas enormes. Parece ser, como luego nos informaron que habiá habido una subida grande de agua y que era efecto de  ”El niño”. Terminamos, después de comer en un chiringuito tranquilo, “Comedor Bertha” disfrutando del  atardecer en un lugar llamado popularmente “La Cueva del Tigre”.


Rematamos por la noche nuestro tour con mi amiga Julia y el resto de la pandilla, paseando por León hasta la Catedral  e intentando tomar un helado, pero no fue posible porque cundo llegamos ya habían cerrado y es que el tiempo pasa demasiado deprisa cuando se disfruta.

















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