Comenzamos la semana pasada con las promociones en las Escuelas, seguimos con la Gritería terminamos la semana con el cumple de Mario y hemos seguido celebrando y celebrando…
Hicimos el amigo secreto y después de evaluar y darnos un fuerte aplauso por los logros alcanzados comimos juntas y hasta alguna de nosotras bailó.
El miércoles pre-planificación en Casa Nacional y comida todos juntos para
celebrar los cumples del mes.
Ya la semana pasada por sorpresa los y las maestros y maestras del NER, me felicitaron y me regalaron un bonito bolso y unos pendientes.
A la hora del almuerzo, invitándome a comer en el CEA la subdirectora y la cocinera doña Penchu un rico pollo. Mi hijo como no teníamos internete me envío una canción con un mensaje a través del wasap, correos y llamadas de los amigo y amigas desde España.
Cuando llegué a la casa me encuentré con un ramo de flores cortadas del hermoso jardín que tiene mi familia ¿precisoso, verdad?.
Después, por la tarde, nos fuimos de boda porque el hermano de una profe se casaba y allí me encuentro con la sorpresa de que otro profe me regala una pulsera. A última hora de la noche, gracias a las tecnologías me llega otra canción por un coro muy especial desde Manzanares. Si, realmente un día especial.
Más de 40 fueron los invitados con piñata y cocinero incluido. Yo elaboré ¡como no! unas ricas tortillas de patatas y croquetas. Además se elaboró un plato especial de pollo con crema, frijoles licuados, ensalada, “QUEQUES” (dos tartas) , la Piñata con euros y caramelos.
No nos faltó de nada, bueno faltaron algunos amigos y amigas, pero vinieron otras que no esperaba “mi querida familia de León”. Bebimos hasta un buen vinito blanco, de Rueda que curiosamente no venía de España, sino de un hermano de doña Marta que se la había regalado a ellos. ¡riquisimo ese vinito fresquito con el pedazo de tortilla. ¡toda una delicatesen! ¿se puede pedir más?... Bueno si celebrarlo con mi familia de España, amigos y amigas, pero eso ya va a ser una realidad en unos días pues finalmente viajo a pasar la Navidad y vuelvo … como el turrón.
¿ ¿a que está par comérselo?.
Pues eso hicimos y algunos hasta repitieron de lo rica que estaba.
Han sido mucho los regalos que he recibido, pero los que más me han gustado
han sido lo que no cuestan dinero y salen del corazón.
Por si me faltaba algo, fuimos a visitar a una profe a su casa y a la
vuelta no tenía transporte para volver a
la casa, así que me ofrecieron volver en “carretón”. No lo dudé ni un instante
y le dije yo a la profe ¡esto si que es una aventura! . Una niña de unos 12 años
nos dirigía el carretón y acompañada de
sus primos, hijo y mi compañera de trabajo
Paula, nos pusimos en marcha. Precioso el paseo con una luna llena que nos
acompañaba y nos iluminaba el camino que a veces nos pareció un poco peligroso,
por el desnivel que tenía en algunas partes del camino, pero gracias a las
pericia de la niña, llegamos todas y todos sanos y riéndonos por lo divertido
de la situación. Ahora sólo me falta montar a caballo, porque todos los
medios de transporte de los “Leche” los he tomado ya.
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